Aquí tienes la información sobre las bacterias buenas en tu comida: si bien es cierto que los probióticos vivos se pueden encontrar naturalmente en alimentos no pasteurizados y fermentados, como el yogur, kéfir y vegetales fermentados (piensa en chucrut, miso, tempeh), la mayoría de los estadounidenses consume muy pocos de estos alimentos en su dieta diaria.
¿No tengo suficientes bacterias buenas en mi intestino?
Realmente se trata de equilibrio, y factores cotidianos como el estrés, los viajes, el consumo de alimentos poco saludables e incluso el uso de algunos medicamentos pueden alterar el equilibrio de las bacterias saludables en tu tracto digestivo. Cuando esto sucede, puede llevar a problemas ocasionales de estómago y afectar tu salud general. Tomar un suplemento probiótico diario puede ser útil para ayudar a promover un intestino equilibrado que apoye la salud digestiva e inmunológica.* (Recuerda: ¡tu intestino alberga al menos el 70% de tu sistema inmunológico!*)
Una nota rápida sobre las L’s y B’s
Dado que diferentes cepas de bacterias buenas ofrecen diferentes beneficios, es bueno buscar una variedad de Bifidobacterias y Lactobacillus en tu suplemento probiótico para ayudar a mantener tu complejo sistema funcionando.* Las cepas de Lactobacillus son las bacterias probióticas más prevalentes en el intestino delgado, y las cepas de Bifidobacterium son las más prevalentes en el colon (intestino grueso).
¿Sabías que?
Los probióticos también ayudan a tu cuerpo a digerir nutrientes valiosos de tus alimentos y juegan un papel importante en la producción de vitaminas necesarias como la vitamina B12 y la vitamina K.*